La tal Minas de Oro


¡Dios, estoy seguro que usted había escogido este momento tan lindo para mí!

Cuando en mi trabajo iniciamos a trabajar la información catastral de Minas de Oro, me pasó como a muchos nos suele suceder: que al imaginarnos lo que no conocemos, todo lo orientamos al revés. Suponemos que un pueblo está en una cima, y resulta que en la realidad se encuentra en un hoyo.

Pues cuando yo pensaba en Minas de Oro, especulaba que estaba camino a Lago de Yojoa, que la carretera era a todo lujo y a unos 45 minutos de Comayagua. Estas son distracciones que buscaba cuando cual robot con los ojos pegados en un monitor, un gran cayo en el borde de la mano resultado de un inerte ratón mientras tu jefe te distraía con miles de ideas fuera de orbita de la tal Minas de Oro. El deliraba asegurando que era el pueblo mas bello, eso si lo comprendía, así como para mi La Paz es el lugar mas bello del universo.
Que alguien se lleve un montón de papel viejo para trabajar por las noches y los fines de semana, todo por tratarse del pueblo que lo vio crecer, eso como que ya es un poco de locos. Bueno, para alguien que solo piensa en si mismo puede ser locura, podemos sentirnos orgullosos de nuestra casa y aún así no darle una mínima barridita.

Todo lo anterior se me vino a la memoria cuando por primera vez transité por las callecitas de la soñada Minas de Oro, admirado de la paz que reinaba en aquel pueblo y el aire puro que no dejaba de respirar. Lo mejor: que nadie te quedara viendo como loco por levantar las manos al cielo y decir... -Aaaah esto si es vida!

Me sorprendió la amabilidad de la gente, al decir: buenos días, hola, como esta. Como si te conocieran desde siempre, todo lo contrario a las “grandes ciudades” donde tienes toda una vida y no sabes como se llaman tus vecinos.
Recuerdo que al estar en ese hermoso pueblito dije: - ¡Dios, estoy seguro que usted había escogido este momento tan lindo para mí!
No que Minas de oro sea lo mas bello del mundo, pero si hace que olvides tus problemas y sientas que vuelves a ser un niño sin preocupaciones.
Saber un poco de la historia del pueblo es conmovedor, que fue allí donde existió la primer Universidad de Agronomía de Honduras, que en la actualidad existan talleres de zapatería y que al visitante le hagan un par de zapatos al gusto en términos de un par de horas; eso te hace perder el miedo de jubilar una uña en las piedras de sus calles. Las casas las decoran con diferentes colores y al caminar por las calles observas la variedad cromática, algunas de ellas aun conservan su estilo colonial. Imposible evitar preguntarte cómo serán por dentro.
Pues te cuento que minas de oro no esta yendo para el lado del lago de Yojoa, y no existe la carretera de mi imaginación. Es un camino que te va internando en lo más profundo de las montañas, a tus lados lo que ves es el hermoso color verde de los pinos, sientes que te asfixias del aire puro cuando invade tus pulmones citadinos. A medida que nos perdíamos por los cerros oscuros no dejábamos de preguntar a quienes conocían: -¿Ya vamos a llegar?..... ¿Y ya vamos a llegar?
En realidad no se porque preguntaba tanto, si era porque estaba ansioso de conocer la tal Minas de Oro, o porque no quería dejar de respirar aquel aire tan rico que me proveían esos montes.

De la gente de Minas de Oro te puedo contar mucho. Una chica me regaló un periquito, jaula incluida, otra me ofreció un perrito, quedó resentida porque no traje el dichoso perro pero estaba muy grande. Otra persona me regaló frutas y dos se pelearon por invitarnos a comer. Hubo quien nos ofreció donde quedarnos a dormir pero para que nadie se sintiera mal nos fuimos a un hotelito donde el dueño se va a trabajar al campo muy de mañana y le dice a sus huéspedes que el dinero del hospedaje se lo dejen sobre el televisor, junto con la llave.
Les cuento que me entró la tentación de irme sin pagarle al final de estar allí, bueno, los dejo con la duda.
Lo más bello a mi criterio es, salir a caminar en la madrugada para conocer el pueblo, llevar una cámara para tomar fotos. Aunque sea prestada hay que conseguirla, así no te sientes humillado al ver los demás turistas que visitan el pueblo, toman fotos a cualquier forma bonita que este hermoso pueblo brinda a sus habitantes.
Ojalá todos mostráramos un bonito interés por el lugar que nos vio crecer. Ahora sé que el amor que sentimos lo reflejamos a los demás en una impactante impresión. Impresión que viví en la tal Minas de Oro.

sebastian_maradiaga@yahoo.com

1 comentario:

Jose Elias Gomez dijo...

Que Amor por MINAS DE ORO...1979 IEMO
Encontre mi primer amor! Norma Flores.

Recuerdo a ese hermoso pueblo y su bella jente. DIOS los bendiga siempre...Mis Maestros. Ambrosio de fisica y Matematicas, Lizeth Estudios Sociales, Gloria de Espanol. Miss. Margarita y a todas las hermosas chicas de ese ano.
Pronto los vicitare.

Jose Elias Gomez
jeligomez@yahoo.com